08/08/2021

El problema del post-juego de FINAL FANTASY X

 

Hace relativamente poco acabé por primera vez FINAL FANTASY X. La partida la efectué en el remaster de Nintendo Switch, y si bien he de decir que disfruté mucho del juego (su música, sus personajes, su historia, su jugabilidad)... es cierto que hay un punto que hace que una parte importante del juego se desmorone completamente, y no por lo que es, sino por cómo fue implementado.

Antes de proseguir (si bien ya tendría que quedar claro con el título del Rincón), voy a hacer un aviso de SPOILER para todos aquellos que, como yo hace relativamente poco, aún no han jugado nunca al juego y quieren tener una experiencia fresca del mismo. Si es así, os recomiendo encarecidamente abandonar el Rincón y volver cuando hayáis acabado el juego (o casi... el punto de inflexión creo que es bastante claro).

Dada la advertencia, voy a repetir lo que está en el título: el post-juego de FFX tiene...

Un gran problema

Curiosamente, es algo que fue añadido en las versiones occidentales del juego original, ya que el juego original de PS2 en Japón no tenía todo este contenido.

A grandes rasgos, lo que hicieron en Occidente fue añadir una gran cantidad de superjefes y grandes desafíos relacionados con estos. ¿Es eso malo? ¡Por supuesto que no! Como he dicho, la cosa no es el qué se implementó, sino cómo lo hicieron.

Para ejemplificar ese "cómo", voy a detallar dos ejemplos que me pasaron personalmente durante la partida.

Nirvana

Antes de que os adelantéis, sé que el arma en sí no tiene por qué tener complicaciones. Sin embargo, como muchos otros jugadores que avanzaban a ciegas en el juego, no conseguí todos los cofres que brindan las esferas de destrucción de los templos (de hecho, solo recogí dos de ellos, siendo uno de ellos el de Macalania, para mi fortuna).

Nuevamente como cualquier otro jugador haría si quisiera prepararse bien para la batalla final (o quisiera completar el juego más allá de acabarlo), una vez tuve acceso libre al barco volador de Cid decidí intentar hacerme con todos los eones y, con estos, hacerme con el emblema de la Luna para tener el arma de los 7 astros de Yuna "usable".

Para quienes conozcáis el juego sabréis lo que viene a continuación. Primera parada: Besaid. Obstáculo: Valefor oscuro.

Dado que apenas había acabado de conseguir el barco volador y ya había sufrido muchísimo dado a unas pésimas elecciones recurrentes en el tablero de esferas que hicieron que sufriera brutalmente con el combate contra Yunalesca al tener unos personajes muy débiles y casi sin herramientas para contrarrestar las tácticas del jefe, podéis imaginar el crudo y veloz desenlace de dicha expedición para un sorprendido y desalentado servidor.

Con un solo turno de acción (o a veces ni siquiera eso, porque atacaba primero y mataba a todo el grupo de un golpe), sabía que ese no iba a ser ni de coña el camino a seguir. ¿La solución? Reclutar a Yojimbo (que en mi primera vez no tenía suficiente dinero, y en mi primera visita a Besaid con el barco volador aún no lo tenía reclutado) y rezar al dios del RNG que me diera ese Ultraesgrima en el primer turno (cosa que acabó sucediendo... después de dar casi 250.000 guiles al eón, cantidad que representaba la totalidad de guiles que tenía en ese momento).

"Lo has superado. ¿Cuál es la queja?" Sí, gracias a Yojimbo pude hacerme con el cofre del templo de Besaid y con todos los demás, y con ello desbloquear a Ánima, las hermanas Magus y el emblema de la Luna. Sin embargo, quiero destacarlo por, de nuevo, el cómo.

No encuentro justo, sensato ni adecuado castigar tan brutalmente a aquellos que no han estado completando el juego al 100% desde el minuto 1, porque cambia radicalmente el hecho de tener que resolver unos pocos rompecabezas extra durante la progresión de la historia al hecho que tener que hacer eso mismo... después de derrotar a dos de los enemigos más poderosos del juego "porque sí".

Tengo más cosas a decir acerca de los superjefes en sí, pero eso lo dejo para más adelante en este mismo Rincón.

Materias oscuras

Hacemos un GRAN salto en el tiempo. Aproveché para corregir los errores de los "niveles" de los personajes (especialmente con Lulu, que para el combate contra Yunalesca aún tenía solo las cuatro magias negras con las que empieza) y conseguir varias cosas más: el arma de los 7 astros de Auron (conseguí las de Rikku y Lulu antes de obtener la de Yuna), capturar los 10 monstruos de todas las zonas de Spira, conseguir todos los turbos de Tidus...

El siguiente paso, dado que conseguir el resto de armas "especiales" de los demás está fuera de mis habilidades (no tuve demasiados problemas esquivando los rayos para el arma de Lulu, pero sufrí horrores con el "simple" partido obligatorio de Blitzball como para intentar conseguir nada de Wakka, y la carrera de chocobos y la captura de las mariposas no es que se me dieran mucho mejor, ni me apetecía insistir mucho, tampoco), así que decidí ir por la otra vía, la del "DIY": compré un arma y armadura con cuatro ranuras vacías para cada personaje (con alguna que otra excepción por motivos irrelevantes para este Rincón) y decidí intentar conseguir los mejores equipables posibles para los personajes.

Como supondréis, eso implica granjear materias oscuras tanto para la superación del límite de daño como para, sobre todo, la cinta. Siete de cada. Ahora veamos por qué es un problema, empezando por su obtención.

La forma más fácil de obtener materias oscuras es sobornando gusanos de tierra por la "mísera" cantidad de 2 MILLONES de guiles. Por esa cantidad, obtienes la friolera de dos materias oscuras (sí, solo dos). Dado que en el post-juego es relativamente fácil conseguir guiles (sobre todo con el arma de Rikku y los mímicos de las ruinas omega) no supone un excesivo quebradero de cabeza conseguir ese dinero... pero ese no es el problema. Hay un problema, con esto, y es simple, directo y tajante: los gusanos de tierra solo se encuentran pasado el punto de no retorno del juego, por lo que ninguna de esa materia oscura (ni realmente nada que vayas a hacer o conseguir pasado ese punto) se guardará, y se perderá tan pronto como derrotes al jefe final (u, obviamente, si te matan), haciendo ese método de granjeo totalmente inútil.

"¿Cuál es la siguiente forma más eficaz de conseguir materias oscuras, entonces?" Derrotando a Yojimbo oscuro. Dado que se tiene que luchar contra él 5 veces consecutivas sin ningún tipo de interrupción, es posible reiniciar los combates indefinidamente para un granjeo infinito de este preciado objeto. Obviando el hecho de tener que matar a un superjefe para una única materia oscura, es la recompensa común que se obtiene al derrotarlo (es decir, un 87,5% de probabilidades de obtener una, casi casi garantizado). Esto sirve para cualquier eón oscuro, pero dado que Yojimbo es el único contra el cual se puede luchar indefinidamente, es el único que he destacado.

Tenemos una tercera forma y es derrotando a casi cualquier creación rara del tipo de las capturas. Sin embargo, en estos casos pasa a ser la recompensa rara, lo que hace que se obtenga solo un 12,5% de las veces que se derrota a uno de estos fortísimos enemigos.

Una última forma que voy a destacar porque ya estamos hablando de ello es capturar a 5 monstruos de todas las especies para obtener 99 materias oscuras, pero solo una vez. Eso es, y nos movemos al segundo gran problema, una cinta que se obtiene directamente.

Este segundo problema es la enorme cantidad de este objeto que el juego demanda en comparación a la forma y cantidad que el juego te ofrece. Hagamos mates rápidas con los dos primeros casos (aunque el primero sea algo inútil, supongamos que no lo es para este ejemplo).

Para tener a todos los personajes con lo que interesa, necesitamos 7 cintas y 7 superaciones de límite de daño (ni siquiera añadiré el Rompetodo de los eones ni el turbo de Rikku a la ecuación). Una superación de límite cuesta 60 materias oscuras, mientras que una cinta requiere usar 99 de ellas. Eso hace un total de 159 materias oscuras por personaje y 1113 en total.

Eso, si quisiéramos hacer lo del soborno, equivaldría a más de MIL MILLONES de guiles para hacernos con todas, lo cual obviamente ya deja de ser algo "trivial" incluso con los métodos de granjeo de guiles.

Si fuéramos a por el "truco" de Yojimbo oscuro, eso significaría que tendríamos que matar a este formidable superjefe 1113 veces... ¿no? Pues solo si eres el dios de la fortuna o algo por el estilo, porque eso es casi imposible que suceda. Siendo estadísticamente estrictos, lo normal sería tener que hacer 1272 combates, por el 87,5% de probabilidades de obtención. Y, aunque fueran esas 1113 veces, estamos hablando de derrotar a uno de los enemigos más poderosos del juego, no a un flan de agua.

Y esto es solo por poner un ejemplo del que posiblemente sea el objeto más codiciado del juego, pero pasa con docenas de otros objetos.

Salgamos de este apartado técnico y volvamos a mi experiencia personal, porque ahora hablaré del

Último problema

Tanto como que no voy a cubrir nada más como que es el problema definitivo del juego.

Obviamente intenté derrotar a Yojimbo oscuro para intentar granjear esas preciadas materias oscuras. Sin embargo, como podréis deducir, aun teniendo cuatro armas de los 7 astros completamente desbloqueadas y unos personajes mejorados mucho desde mi último enfrentamiento, no pude tener ni siquiera un turno para intentar el truco de Yojimbo como hice con Valefor oscuro, ya que, de una forma u otra, mataba siempre a todos los miembros de mi equipo sacándoles la abrumadora cantidad de 99.999 de daño por ataque (da igual cuál fuera).

Obviamente, acabé desistiendo, y dado que solo me quedaba granjear hasta el infinito o acabar el juego de una vez por todas (aún no había pasado del punto de no retorno del interior de Sinh porque intentaba conseguir todo lo que pudiera antes de acabar la historia), decidí enfrentarme al jefe final (después de más de 100 horas que llevaba en el juego entre la propia historia y el granjeo para mejorar a los personajes estadísticamente y con sus armas).

Para mi sorpresa, no solo fue un chiste, sino que eliminé a Yu Yevon, la última forma del combate final, de un solo golpe normal (nada de técnicas, turbos ni otras historias) con Auron (obviamente con su arma de los 7 astros).

¿Y cuál es el problema, aquí? No es que haya superjefes (y mucho menos que sean más fuertes que el jefe final, que al fin y al cabo esa es su finalidad), sino el cómo están introducidos en el juego.

Por un lado, los eones oscuros, además de no tener ni sentido ni siquiera justificación de su existencia a nivel de la narrativa, te los plantan en lugares comunes sin previo aviso y en varios casos bloquean elementos importantes que NO están bloqueados antes de su aparición (de nuevo con el caso de Valefor oscuro, te castigan en demasía por no completar el juego al 100% desde el principio, cosa que prácticamente nadie hace por mucho que lo intente).

Por otro lado, está el tema de los superjefes en sí, o más bien del contraste entre estos y el resto del juego. Es normal que haya una diferencia severa de poder entre estos y el resto de enemigos y jefes de un juego, pero en el caso de FFX se ha llevado tan al extremo que es absurdo, haciendo que no haya un "punto medio", pasando de enemigos  y jefes con entre 100.000 y 200.000 puntos de vida como mucho a literalmente millones de puntos de vida. Y lo que se aplica con los puntos de vida se aplica también con el resto de habilidades y estadísticas (ojalá solo fuera que tienen mucha vida).

Eso destruye completamente las ganas de querer ir a por el 100%, porque son muy pocos los que tienen el estómago de aguantar cientos de horas de granjeo (o ser dioses del juego, que bien que hay locos que se pasan el juego sin siquiera mejorar a los personajes ni una sola vez).

Posibles soluciones

El juego ha cumplido dos décadas este año, así que obviamente no van a hacer nada de lo que voy a decir a continuación.

Por lo que respecta a los objetos, la respuesta es sencilla: dejarse de sadismo estadístico y poner cantidades razonables de los objetos o reducir la cantidad requerida para desbloquear ciertas habilidades (siguiendo con el ejemplo de la materia oscura, podría perfectamente seguir siendo obtenido igual (aunque ayudaría también que, al igual que en varios otros juegos, se guardara la experiencia y objetos que se consiguen después de vencer al jefe final, a partir del punto de no retorno), pero podrían reducir el "precio" del límite de daño y la cinta a...5 y 15 respectivamente, por decir algo).

Por lo que respecta a los superjefes y su radicalidad, lo primero de todo sería reajustar dónde y cómo aparecen los eones oscuros: nada de bloquear objetos disponibles anteriormente. Si se quieren usar para bloquear objetos muy raros (como podría ser algún emblema, por ejemplo) no hay ningún problema, pero si se podía obtener durante el progreso de la historia que no bloqueen su acceso después solo para que los desarrolladores se echen unas risas.

Por lo que respecta al otro aspecto (su diferencia abismal con el resto de enemigos) también sería fácil: añadir enemigos intermedios... Los del tipo de las capturas parece ser un intento a ello, pero al final acaba por añadirse al problema en vez de solventarlo. Solo habría hecho falta reajustar eso.

Conclusiones y despedida

Como se ha podido ver, es una lástima que unos problemas tan graves tengan unas soluciones tan sencillas y, aun así, nunca vayamos a verlas. Obviamente parte de esta frustración personal viene porque soy muy malo a los videojuegos, pero por otro lado tengo ciertos hitos difíciles (como tener el platino de todos los juegos de FromSoftware a partir del primer DARK SOULS), por lo que tampoco es que sea un total negado ni que sea incapaz de conseguir superar desafíos difíciles que plantean algunos videojuegos.

Pero bueno, esa es mi experiencia y mi opinión al respecto. Por todo lo demás, encuentro que FINAL FANTASY X es un grandísimo juego (aunque haya cosas que no me gusten, como el Blitzball, no niego que son buenas implementaciones si se habla objetivamente), pero el tema descrito en este Rincón sí que considero que no podía ignorarse.

¿Vosotr@s qué opináis?

Por mi parte, eso es todo. ¡Hasta el próximo Rincón!

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