10/04/2022

El dilema moral de Maruki

A principios de año empecé a jugar a Persona 5 Royal, siendo este mi primer contacto con la saga Persona (bueno, mi primer contacto real fue con Joker en Super Smash Bros. Ultimate, pero me refiero a jugar a un juego de la saga, incluyendo Shin Megami Tensei).

Sin embargo, en este Rincón quiero centrarme en un apartado en específico del juego en vez de hablar de mi experiencia y opiniones sobre el juego (quizá lo haga más adelante, quién sabe). Lo que quiero tratar aquí es algo relacionado con parte del material que introdujeron en la versión Royal de Persona 5.

Aviso que, como en otros Rincones, este contiene SPOILERS gordos del final de Persona 5 Royal, así que aquellos que no hayan jugado al juego y quieran hacerlo les recomiendo que dejen esta lectura para el futuro.

Como siempre, empecemos situándonos.

Retrospectiva

Tras lo que tiene toda la pinta de ser el jefe final del Persona 5 original (digo que "tiene toda la pinta" porque, de nuevo, solo he jugado al Persona 5 Royal: sé que tiene contenido nuevo y sé un poco qué es, pero no sé completamente todo lo que abarca), con el inicio del nuevo año, parece que todos los deseos se están volviendo realidad: Morgana se vuelve humano, Ryuji triunfa en un ahora famoso club de atletismo, Ann puede quedar con su amiga Shiho normalmente porque Kamoshida no la forzó a que se intentara suicidar, Yusuke triunfa como artista bajo la tutela de un verdaderamente bondadoso Madarame, Makoto y Haru recuperan a sus padres (en el primer caso le otorgan el reconocimiento en el cuerpo de policía que ella siempre había deseado y en el segundo actúa como un padre cariñoso y atento) y Futaba recupera a su madre. No son los únicos que ven sus deseos cumplidos, pero son los que más nos llaman la atención (por razones obvias).

Tras no entender qué porras está pasando (con razón, que estamos hablando de que los muertos vuelven a caminar entre nosotros y no como zombis), nos encontramos con un Akechi igualmente confundido: ni él ni el protagonista se han visto afectados por esta suerte de utopía espontánea, y tratan de averiguar su origen.

Sus pasos les llevan a Kasumi y a un palacio, el cual exploran superficialmente.

Ahí descubrimos que el dueño del palacio y causante de esta utopía no es otro que Maruki, el consejero bonachón. Su plan consiste en usar Mementos y sus estudios sobre la psiencia cognitiva para cumplir los deseos de la gente y acabar con su sufrimiento.

Esto empezó cuando su prometida, Rumi, fue asaltada en su casa: los asaltantes mataron a sus padres y Rumi, que lo presenció todo, se quebró, padeciendo a partir de entonces crisis emocionales fruto del trauma. En una de esas crisis, Maruki se vinculó con su Persona, quien le dio el poder de "reescribir" la concepción de los hechos para suprimir ese trauma: en vez de recordar la realidad, Rumi pasó a creer que sus padres murieron cuando ella era pequeña y que vivía con sus abuelos. El precio a pagar para Maruki, no obstante, fue que su amada le olvidó completamente: al hablar con él, ella afirmaba que no le conocía. Maruki, aun dolido por esta situación, decidió separarse de ella porque prefería que viviera feliz aunque no fuera a su lado.

También descubrimos que uno de sus primeros experimentos era en "Kasumi", quien en realidad resulta que era Sumire, su hermana (para resumir, ya que no es el punto de este Rincón, la verdadera Kasumi, hermana mayor de Sumire, murió en un accidente y Maruki cambió la percepción de Sumire, la chica a la que llevamos hablando desde prácticamente el principio del juego, para que creyera que ella era su hermana fallecida).

Aquí, Maruki nos plantea el dilema: él propone que nos unamos a su utopía, donde nos asegura un mundo de felicidad (y genuina, no como los villanos de otras historias que proponen promesas falsas para sacar beneficio).

Aquí, pero, uno se llega a cuestionar...

¿Por qué rechazar su oferta es el camino correcto?

¿Acaso estamos diciendo que es mejor el sufrimiento que un mundo ideal?

Sinceramente, cuando Maruki hizo su propuesta dudé realmente, y solo acepté porque el juego apuntaba a que, si aceptabas, te llevaría a un "final malo" (o "falso", más bien), pero interamente pensaba "¿Qué tiene de malo que todos sean felices? ¿No es lo que buscamos todos?". Al fin y al cabo, Maruki es una persona genuinamente bondadosa que realmente quiere que todo el mundo sea feliz, no hay intenciones ocultas ni malvadas.

Sinceramente tenía dificultades para ver el trabajo de Maruki como algo que tuviera que ser detenido, y por eso estoy escribiendo este Rincón, porque abre un debate moral muy interesante.

Si bien en un principio no acababa de ver en absoluto cómo podía ser el mundo de Maruki algo malo, más adelante me di cuenta de que realmente podría ser que no fuera verdaderamente ideal (y no porque en el juego en sí lo muestren como tal).

Estas son mis razones:

Percepción

El punto más importante a tener en cuenta, y que muestran más claramente cuando haces la exploración final al palacio de Maruki. Este "mundo idílico" que Maruki está creando se basa en sus opiniones, valoraciones, vivencias y juicios personales. Y lo que es peor, la visión del mundo de Maruki está afectada por el trauma y la "pérdida" de Rumi, su prometida.

No en vano tiene un palacio: sus intenciones, por muy buenas que sean, son fruto de un deseo distorsionado (ya dice el dicho que el infierno está lleno de gente con buenas intenciones).

Maruki tiene unas opiniones subjetivas sobre cómo tendría que ser un mundo idílico y, según lo que ve en cada individuo, qué es lo que mejor le convendría. Yusuke afirma que un artista que conocía fue "reconvertido" en arquero porque estaba pasando por un bloqueo de inspiración que le provocaba mucho agobio.

Esto es posible verlo en las salas de "pruebas" de su palacio, donde se ve una forma de ver qué es bueno en la gente demasiado sesgada.

Este ejemplo precisamente nos lleva al segundo punto.

Contradicciones

Una de las preguntas por la que los Ladrones Fantasma han de pasar pide que digan qué es lo que tienen que hacer si no consiguen cumplir una meta a pesar de esforzarse mucho por ella, y la respuesta correcta es rendirse y buscar otra meta que requiera menos esfuerzo y, a ojos de Maruki, provoque menos sufrimiento.

Esto se contradice totalmente con la actitud de Maruki: precisamente todo su proyecto de la nueva realidad viene debido a que, a pesar de que dejaron de financiar y apoyar su investigación, siguió adelante.

Maruki es retratado prácticamente como un mártir: en base a su dolor por el caso de Rumi, Maruki lleva a cabo toda la investigación de la psiencia cognitiva y trata de hacer feliz a todo el mundo, pero no es capaz de hacerse feliz a sí mismo.

A decir verdad, esto, si bien no es un punto que indique que este sistema no funcionaría, es un "agujero en la trama" del juego: ¿por qué en vez de dejar a Rumi igual no aprovecha que está reescribiendo la realidad para revivir a los padres de Rumi? Rumi seguiría sin tener un trauma, ambos seguirían juntos y no tendría que sufrir en soledad.

Otro tipo de contradicción que inviabiliza el plan de Maruki es el de la existencia de la humanidad como conjunto de personas individuales. Aunque haya gente más "conformista", habría mucha gente que querría ser el mejor en algo, y tratar de satisfacer a todos cumpliendo sus deseos implicaría sí o sí modificar el carácter de esa gente (véase el caso del conocido de Yusuke del punto anterior). Eso, en otras palabras, significaría eliminar varias personas para poner otras con atributos ligeramente similares, pero con otros atributos completamente nuevos, y, a efectos prácticos, se podría considerar asesinato en masa.

Exceso de felicidad

Algo que puede parecer absurdo pero que sin duda no lo es es que todo ha de tener un equilibrio: incluso la bondad y la maldad (al menos por lo que respecta al ser humano).

Una utopía como la que plantea Maruki, suponiendo incluso que ninguno de los problemas anteriores tenga lugar, se convertiría rápidamente en una distopía: la felicidad tal y como la plantea Maruki parte de una ausencia de objetivos, pues todo está ya satisfecho por parte de la cognición del doctor.

Una falta de objetivos a nivel global lleva a una falta de motivación, y esta al estancamiento y condena de la sociedad. Básicamente, la realidad de Maruki acabaría convirtiéndose en la cárcel de Mementos del Santo Grial: llena de gente que simplemente está feliz por ser arrastrado por la corriente, sin ningún tipo de inercia propia, y eso no es verdadera felicidad.

La vida y la muerte

Hemos visto que Maruki es capaz incluso de resucitar a los muertos al reescribir la realidad para hacer feliz a los demás (cosa que hemos visto con los padres de Makoto y Haru, la madre de Futaba y el propio Akechi, aunque también se menciona en algunas pantallas de carga en algunas mascotas y similares de gente desconocida).

Eso de buenas a primeras es algo bonito para quienes han sufrido la pérdida de un ser querido, pero... ¿Qué pasa a largo plazo? La gente (y mascotas, visto el caso) envejece y muere (aunque las muertes mencionadas hayan sido perdidas prematuramente), y siempre duele la partida de alguien a quien amas. ¿Cuál sería la solución de Maruki? ¿La vida eterna?

Supongamos que sí, que en la realidad de Maruki nadie envejezca. ¿Qué pasa con la gente que quiere tener hijos? No me refiero a que el problema de esto sea que tengamos bebés de 400 años, síno a que habría un exceso de gente que a la larga sería insostenible, incluso si Maruki "creara" abundancia de todos los materiales necesarios.

En otras palabras, a corto plazo quizá sí que sea algo bonito (incluso entrañable por parte de Maruki), pero a largo plazo es un proyecto totalmente inviable.

Individualidad

Para acabar, y volviendo un poco al primer punto, el mayor problema radica en que es un proyecto que está siendo llevado a cabo por una única persona, y no precisamente en su mejor estado mental, para rematarlo.

Aunque pueda haber cierta influencia externa que ayude, la felicidad es algo que cada individuo ha de encontrar por sí mismo, y nadie más, por muy cercano que sea, puede saber exactamente la totalidad de elementos que conducen a dicha felicidad. Una sola persona no puede dictaminar qué es lo que hará más "feliz" a alguien porque nunca conocerá suficiente a todos esos "álguienes", por mucho que hable con ellos (y tampoco es como si pudiera hablar con la totalidad de gente que habita en el planeta, ni siquiera en Japón ni Tokio)

Maruki está cegado por el mismo dolor que quiere erradicar y comete errores que no es capaz de detectar.

Conclusión

Maruki es un personaje muy interesante y atractivo, y un jefe final muy distinto al que estamos acostumbrado (al menos a nivel de trama). Creo que es precisamente su gran empatía lo que hace su propósito tan valioso.

Por mi parte, eso es todo. ¡Hasta el próximo Rincón!

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